Porque podemos aprender a decir NO
Actualmente, vivimos
en una cultura en la que las estamos en contacto directo e indirecto con las
adicciones. Las adicciones comúnmente relacionadas con las drogas, no siempre
están ligadas a sustancias, hoy por hoy se sufren adicciones a Internet, a las compras
compulsivas, al sexo, al juego entre otros.
En esta entrada nos centraremos en cómo se inicia el consumo
de drogas, debido a la alta accesibilidad que tenemos en este momento y a la
alta prevalencia de consumo en nuestra sociedad. Sin entrar en el debate de a
qué sustancia consideramos drogas y a cuales no, es cierto que en la juventud
existe un riego mayor a iniciar el consumo de sustancias.
El consumo de drogas en España es uno de los principales
problemas para la salud
Pública, el alcohol y el tabaco son las sustancias más
consumidas por los escolares. Lo qué nos hace preguntarnos;
¿Por qué? Y ¿Qué
podemos hacer para prevenirlo?.
El contacto de los jóvenes con las diferentes drogas se
produce en edades tempranas.
El tabaco es la sustancia con la que los escolares tienen un
contacto más temprano, situándose la edad media del inicio al consumo en los
13,2 años, seguido del alcohol (13,6 años) y el cannabis (14,8 años). La
cocaína es la droga cuyo consumo da comienzo a edades más avanzadas (15,7
años)., (Datos obtenidos de la Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar del
año 2000, realizada por el Plan Nacional sobre Drogas (2001))
El consumo de drogas está influido por un gran número de
componentes. Cuantos más factores de riesgo tenga la persona, mayor probabilidad
habrá de que consuma drogas, denominamos factores de riesgo aquellas
circunstancias o características personales o ambientales que, combinadas entre
sí, podrían resultar predisponentes o facilitadoras para el inicio o
mantenimiento del uso y abuso de drogas. Los factores de protección se definen
como aquellas variables que contribuyen a modular o limitar el uso de drogas. Cuantos menos factores de riesgo estén
presentes y más incidamos en los que son capaces de reducir su vulnerabilidad
(factores de protección) menos
probabilidad habrá de que consuma drogas.
A través de la socialización el individuo tendrá una
personalidad que se irá manifestando con una serie de rasgos comunes a lo largo
de la vida y otros que pueden cambiar. Sabemos que ciertos rasgos de la
personalidad, como por ejemplo la extraversión y la búsqueda de sensaciones
están relacionados con el posterior consumo de drogas, pero nada en sí mismo es
determinante.
Relacionado con lo anterior, hay dos factores de gran relevancia;
uno de ellos es la disponibilidad, el coste y la facilidad de obtención de
drogas. Y, el otro, la vida de ocio, esta se ha incrementado de modo acusado en
las últimas décadas. El consumo de alcohol y ciertas drogas ilegales y legales
va en gran parte unido a esta forma de ocio. La presencia de amigos
consumidores o no consumidores en este ambiente es un elemento preventivo o predisponente del consumo.
Otros elementos intermedios que explican que una persona
pruebe o no una sustancia son las estrategias de afrontamiento que tiene.
Desarrollar estrategias de autocontrol es de gran relevancia aquí. El estado
emocional a veces consecuencia de lo anterior, si este es negativo la
posibilidad de tener problemas es alta.
Una vez que la persona ha consumido o no una determinada
sustancia, el continuar consumiendo o seguir sin consumir va a depender de las
consecuencias que ello tenga, tanto de tipo personal como de sus amigos o
familia.
Es por todo lo anterior, y por la gran problemática de
consumo que tenemos actualmente en nuestro país y en nuestra juventud, que la
prevención es un deber prioritario, desarrollar programas en los colegios debe
ser un objetivo a corto plazo para poder remitir el alto consumo y modificar la
visión cultural de las drogas actualmente.
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